“Nunca encontrarán algo tan complicado que estudiado a fondo, no lo sea más”. ¡Qué afirmación tan acertada!. Así es, me doy literalmente “de bruces” con esta realidad cada día. Y me pasa cada mañana al entrar en clase e intentar (porque desde luego, intentarlo doy fe de que lo intento) hacer frente a todas y cada una de las necesidades de los alumnos. Cuando
compruebo que sus necesidades no están siempre al alcance de mis conocimientos, de mis aptitudes (que no actitudes), de mi contexto y el de ellos: un aula (a veces incluso con demasiado frío para poder concentrarse), un cañón proyector (para el grupo más aventajado), otro estropeado para aquellos con más mala suerte y el inexistente para los que no se quejan
porque ni siquiera saben que existe. Un grupo de alumnos endiabladamente heterogéneo desde el 1º hasta el último de mi lista, el número 25, Zabala, rezagado por culpa de su dislexia.

Porque además, por si les parece poco, no crean que lo es. No, al contrario, nada más y nada menos que 25, no podría el cabeza pensante de esta Ley haber optado por dejar la ratio como máximo en 5, pensando en cómo lidiaría él con la situación, sólo pensándolo por Dios, no le deseo yo que de la ficción pase a la realidad… Porque créanme, 25 alumnos en un grupo que
reza llamarse “Programas de Mejora del Aprendizaje y el Rendimiento (PMAR)”, es, a mi modo de ver, cuanto menos irónico y una vez dentro, incluso desolador. Un aula masificada con alumnos con muy variadas necesidades educativas. Pues uno de ellos necesita apoyo por inclusión tardía al sistema lingüístico español, otro no puede concentrarse lo suficiente con la pastilla prescrita para el TDH, tiene demasiado sueño. Sin embargo, el que olvidó tomársela se está agobiando, tiene tal ansiedad que necesita salir a fumar un “piti” urgentemente. Y ella, la más tímida se sonroja cuando le pregunto por los deberes que no pudo hacer porque olvidó las llaves de casa y su padre, en el bar, no apareció hasta altas horas de la madrugada…

Así que, intento salir airosa a diario, que no ilesa. Porque salir ilesa moralmente ante tal panorama les aseguro que no es un reto al alcance de cualquiera. Mi amor propio queda cada día en los huesos, luego soy yo la que tiene que apañárselas para recomponerlo como mínimo lo justo para poder “seguir tirando”, con entereza. Intento salir indemne cuando cierro los ojos y respiro profundo ante la duda que me plantea un alumn@ y que nada tiene que ver con la “S” requerida para la tercera persona del singular, sino con la persona en sí … :” ¿qué es la persona teacher?”. Es ahí, justo en ese momento y justo en muchos que surgen más adelante cuando me doy cuenta de que el mundo, como dije en su día, se nos va al traste.

Y todo esto que les expongo no es nada más ni nada menos que mi realidad. No obstante, soy consciente de que no soy la única que detecta imperfecciones en el sistema sin tener medio alguno para poder hacerles frente. Porque…¿qué me dicen de la escasez de personal sanitario?. Intuyo que esa es la cruel realidad de más de uno de ustedes. La realidad de aquel
que como profesional ha de atender desbordado a sus pacientes en los pasillos del hospital, o la otra cara de la moneda, el paciente que se siente desamparado en cualquier camilla improvisada entre el caos y la desesperación.

¿Y qué opinan de los que pasan hambre cada día en cualquier lugar del mundo? ¿Y de los nuevos y continuos casos de corrupción en España? ¿Y de aquellos que temen no sobrevivir al atentado con el que despertarán esa mañana en su país?… Pues sí, no lo duden, está claro, cristalino. Nuestro mundo se desmorona y mientras tanto, en otra parte de éste, por ejemplo
en Cataluña, por empezar por algún lugar, los hay quienes buscan cualquier resquicio difuso de la ley para conseguir un presidente vía Skype. ¿No les parece surrealista?. Y lo peor de todo no es eso, lo peor es que llevan meses y meses peleándonos a todos. Enfrentándonos los unos a los otros, crispando el ambiente e ignorando los verdaderos problemas de lasociedad. No desisten en su empeño de hacernos creer que la independencia es el anhelo de todos los catalanes y la panacea a cualquiera de sus problemas.

Y ahora…,¿ahora qué?. Porque yo no sé ustedes pero a mi no me representan los que decidieron romper la baraja. Tampoco los que decidieron hacer “oídos sordos”, negarse simplemente a sentarse para escuchar. Tampoco comparto la violencia lanzada contra la gente
cuyo único delito (más acertado o no, eso también se podría discutir) fue querer votar. Y desde luego, no pertenezco a ese grupo que se dedica a insultar a todos aquellos que no piensen como ellos. Sin embargo, sí que pertenezco al grupo de los que llegados a este punto se preguntan cada día: ¿y ahora quién?, ¿quién nos saca de este “embolado”?

Pero el límite del surrealismo no acaba aquí porque…¿qué opinan de las protestas de indignación que han llevado al cierre temporal de las tiendas H&M en Sudáfrica por una campaña publicitaria de la marca en la que se mostraba a un niño negro vistiendo una sudadera con el lema: ‘the coolest monkey in the jungle’ (“el mono más guay de la jungla”)?.
¿De verdad era necesaria esta polémica?. Al final desgraciadamente vivimos en un mundo en el que todo es cuestionable. Un mundo en el que la opinión tiene más fuerza que la verdad y donde la sensibilidad parece estar “a flor de piel”, pero frecuente y lamentablemente en las situaciones erróneas.

Así que, déjenme decirles: siempre admiré y envidié a las personas ocurrentes. La creatividad no es una de mis cualidades quizás por eso la valore más. Pero una cosa es la ocurrencia y otra muy distinta es lo que nosotros queramos disfrazar como tal y que sin embargo no es más que
una buena dosis de envidia o aburrimiento. Porque… si en lugar de preocuparnos por el lema de esta campaña publicitaria, o bien dedicar un tiempo valiosísimo a averiguar formas para que Puigdemont pueda ejercer tranquilamente y exento de responsabilidad alguna desde el exilio; o simplemente de cuestionar iniciativas tan respetables y llenas de ilusión como la creación de este blog por el simple hecho de considerar incompatibles mi profesión con mi libertad de expresión… Porque además soy profe, y como saben este blog también incluye una galería fotográfica y yo no voy a ser menos, “sólo tengo una oportunidad para causar una 1ª
buena impresión”, y al parecer, ya la perdí. Como diría mi abuela: “cuando el diablo está aburrido mata moscas con el rabo”.

Si en lugar de perder el tiempo hablando de cosas banales, irrelevantes y absurdas empleáramos todo nuestro ingenio en fines más productivos, si todo el talento anónimo que anda por ahí desperdiciado en memes y “chascarrillos” se invirtiera en los verdaderos problemas que azotan diariamente a este mundo… ¿imaginan entonces cuánto ganaríamos
todos?. Porque con todo lo expuesto no me queda otra opción que suscribir las palabras de Ernest Hemingway: “el mundo es un buen lugar por el que vale la pena luchar. Estoy de acuerdo con la 2ª parte”.

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